Dora Moyano nació en Mendoza y desde hace muchos años reside en Pergamino, donde desarrolla un trabajo fundamental, solidario y destacado como presidenta de la Asociación Civil Taller Protegido Pergamino.
El Taller Protegido Pergamino nació en 1974 con la intención de ofrecer a las personas con discapacidad intelectual la posibilidad de trabajar y aprender un oficio. La idea surgía de la necesidad de inserción laboral de los egresados del entonces denominado Centro de Fomación Laboral Nº 1 de Pergamino. En ese momento, un grupo de docentes de esa institución junto a una inspectora de eduación especial realizaron las gestiones para la apertura del taller y convocaron a empresarios locales, que se sumaron a la propuesta.
Dora Moyano es esa persona incansable que gestiona, trabaja, participa de reuniones, recibe visitas, golpea puertas, realiza llamadas telefónicas y, en una abrumadora mayoría de los casos, consigue lo que el Taller necesita.
A menudo puede vérsela, con su habitual amabilidad, en cuanto evento público se lleve a cabo en Pergamino, junto a los colaboradores del taller, ofreciendo los productos de la institución.
EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por la señal de streaming Fana Digital, Dora habló sobre la actualidad del Taller y sobre las tareas que llevarán adelante durante este año.
Recién termina un año que fue muy importante para la institución.
Cumplimos 50 años y lo festejamos con una celebración muy tranquila y muy sentida, la guardamos en realidad como un hito en el corazón, fue muy linda, fue de encontrarse con mucha gente, y de si bien no profundizar en la historia de los cincuenta años, porque nos gusta pensar que el taller protegido pergamino es un presente, entonces no queremos estar siempre en el recuerdo, pero tampoco podemos dejar de lado que se trata de una asociación civil que no tiene dueños, que para existir precisa de gente que decida hacerse cargo de que la institución funcione, que conserva durante cincuenta años sus libros, su primer acta, su libro de directorio. Eso quiere decir que el compromiso de personas, que no necesariamente están relacionadas con las personas con discapacidad, han podido mantener esta institución en el tiempo. La celebración creo que pasó por este lugar. El de haber podido existir cincuenta años y el de querer seguir existiendo todos los años que hagan falta.
¿Cuál es la misión del Taller Protegido?
El Taller Protegido Pergamino tiene como misión brindar posibilidades laborales a las personas adultas que tienen discapacidad intelectual, ayudarlos a que tengan una vida plena y desarrollen actividades laborales como adultos, que tengan esa responsabilidad, la de levantarse temprano, la de salir de su casa, la de asistir a su lugar de trabajo, y volver después de siete horas de jornada, como los otros adultos de su casa. Ese sería el objetivo y para concretarlo desarrollamos muchas actividades, esa es la misión, digamos, con una visión bastante importante, que es que algún día el taller protegido no exista más, porque todas las personas con discapacidad intelectual están incorporadas al mundo laboral.
Cuando nacieron hace 50 años, la legislación y el concepto social eran muy diferentes.
Sí, claro, y se han logrado avances en ese sentido. Hay una ley, la 26.816, del trabajo protegido. Fue sancionada en 2012 y a la fecha no ha terminado de reglamentarse, salvo un artículo que también celebramos que así sea porque es el de la jubilación de los operarios de los talleres protegidos. Eso ha sido un avance muy importante, porque hasta entonces, venían desarrollando una actividad laboral sin ningún futuro pero ahora, con la aplicación de este artículo, los operarios se pueden jubilar a la misma edad a la que se jubila cualquier persona que tiene una discapacidad, o sea, 45 años, y con 20 años de servicio en la institución. Esto no significa que a esa edad van a dejar de ir al taller porque son muy jóvenes todavía y como están en un ámbito cuidado y tranquilo pueden seguir yendo hasta los 60 años como cualquier persona que tenga la necesidad, las ganas, la inquietud de poder seguir asistiendo, pero ahora tendrán la posibilidad de acceder a ese beneficio jubilatorio.
El Taller Protegido cumple también una función muy importante para la familia del operario.
Claro, porque muchas de estas personas no pueden vivir solas en su casa, necesitan estar acompañadas, y entonces también los adultos con discapacitada llegan a un momento en el cual quedan sin padres o madres que los acompañen y esto significa que quedan a cargo de hermanos, de primos, que son jóvenes y que no están en la casa, porque hoy la gente joven durante el día está trabajando. Entonces, este lugar, este espacio, permite, digamos, a las familias, poder desarrollar sus actividades y al mismo tiempo ocupa al operario, le da la posibilidad de crecer laboralmente.
Con el transcurso de los años han ido incorporando actividades económicas al taller.
Somos muchos los que trabajamos y tenemos distintas formas de generar ingresos, elaboramos los repasadores que son de muy buena calidad, de puro algodón. Y necesitamos venderlos porque nuestra economía está basada en la venta de estos productos, en la venta de los fardos de botellas pet y de soplado, que son las de cloro y lavandina y que provienen de la actividad de reciblado y en las verduras que todos los días preparamos para dos centros comunitarios y para (la cadena de panaderías) Flic.
¿Cómo trabajan con la verdura?
Los operarios se dedican a lavar, pelar, cortar y dejar lista para cocinar la verdura que va a granel. Mandamos la papa cortada a dos centros comunitarios por semana y de la misma manera trabajamos con Flic. Los operarios se encargan de rallar la zanahoria si la piden así, lavar la acelga y separarla de la penca, cortar la papa en dados. Es decir, dejar todo listo para la cocina. Ese es el trabajo que realizan.
Es muy importante generar trabajo para los operarios, porque si éste va al taller y no tiene ninguna tarea que hacer entonces el Taller no está cumpliendo con su misión. Por eso necesitamos también que lleguen las botellas para su reciclaje, y es entonces donde se vuelve fundamental el compromiso ciudadano
También ha funcionado muy bien el remate anual.
Esa es una actividad que empezamos a hacer en 2013 y sólo la interrumpimos en 2020, por la pandemia. También allí la colaboración de los ciudadanos es fundamental, porque son ellos los que nos donan lo que ya no usan y está en condiciones, y también es importante la mano que nos da desde siempre Federico Ricardo, que es el rematador. Que por otra parte fue quien nos propuso esta actividad: la historia es muy cortita, nos habían regalado un televisor y yo recurrí a él a preguntarle si lo podía vender en un remate, porque nosotros no lo precisábamos. El me constestó que no íbamos a sacar nada y entonces me hizo una propuesta. Dijo que si cada uno de los miembros de la Comisión Directiva, que somos 13, podíamos aportar cinco objetos cada uno, entonces se podía organizar un remate; así que llevamos la idea a la Comisión y la verdad es que nos pareció muy buena porque ¿quién no tiene cinco cosas en su casa?
La verdad Dora es que en el primer remate había mucho más que cinco cosas por cada miembro de la comisión.
Es que todo salió mucho mejor de lo que esperábamos: pusimos una fecha y 45 días antes salimos a contar de qué se trataba y a pedir donaciones, empezamos a recibir las cosas y el día del remate teníamos 400 lotes. Desde ahí nunca bajamos de los 300 lotes por edición. De hecho la gente nos llama durante el año para ofrecernos cosas. Además aclaro que todo lo que se vende en el remate se limpia y se prueba antes para que la gente sepa en qué condiciones está el producto que se lleva.
Han puesto especial énfasis en el sistema Sumando Compromiso.
En ese contexto, aprovecho la oportunidad para contar que en el programa Sumando Compromiso nosotros tenemos un anexo que es el programa Sumando Compromiso Suma a las Escuelas, en el cual participan docentes interesados en la parte ambiental, en lo social, en el tema laboral, en el tema discapacidad. Es decir, es como que nuestro trabajo es transversal a las escuelas porque de cualquier lugar pueden llegar con algún proyecto. Entonces trabajamos en conjunto y grupos de alumnos vienen a trabajar con los operarios, a clasificar botellas y demás en una jornada compartida una vez con un proyecto que han armado o a lo largo del año. En ese sentido me interesaría resaltar la participación del Colegio Santa Julia, que lleva ya dos o tres años de programa continuo con un grupo de docentes que trabajan con el sexto año y van variando: juntan las botellas dentro de la escuela y tienen ya un programa. Se suman al taller donde esos alumnos de sexto año vienen en grupos de 15 un día cada uno a trabajar y a compartir la jornada completa con los operarios del taller. Eso es muy enriquecedor para todos y en algún momento ya lo hicieron de la escuela de Mariano H. Alfonzo, vienen algunos cursos de Maristas, no quiero dejar de nombrar, de San Pablo, de la escuela 19, de la escuela 14, de la 11. Es decir, es un programa muy ágil y muy valioso para nosotros. A nuestros operarios les encanta explicar lo que hacen y trabajar y enseñar lo que hacen.
Y los chicos van adquiriendo conciencia de cuidado medioambiental también.
Ni hablar, y también de relacionarse con las personas con discapacidad intelectual, que también en el convivir es donde uno aprende a estar, a saber cómo hablar, como comunicarse, la forma de trabajar. Todo es una suma.
Además hubo novedades en el trabajo institucional
Hemos encarado un proyecto muy importante entre el taller protegido como asociación civil y desde la parte de Gobierno, gobierno abierto y la Secretaría de Desarrollo trabajamos en un equipo, en un programa de innovación local que empezó en el mes de febrero y en el cual estuvimos todo el año trabajando con la problemática de los residuos. Realizamos mesas de participación ciudadana y escuchamos a mucha gente que podía aportar a esta problemática o que lo sentía como problema propio.
En principio trabajamos en el barrio Otero con los niños de ese barrio. La propuesta consiste un programa educativo porque siempre cuando se habla del tema residuos es como que aparece y salta la falta de educación, la falta de conciencia, el no mirar el problema. Y en esto es que hemos trabajado todo el año, el Municipio de Pergamino fue elegido en este programa junto con 67 municipios más, compartiendo entre Sudáfrica y Latinoamérica y entre esos 67 municipios participantes quedamos mencionados entre los 15 primeros. Este fue y sigue siendo un gran trabajo porque no termina acá: estamos en la etapa de probar la implementación. A la propuesta inicial se sumó el subsecretario de Deportes del Municipio y entonces invitamos a los clubes y llegamos a una etapa de implementación en un modo de prueba con las colonias de verano de los clubes que aceptaron incluirse y empezar a trabajar en la recuperación de botellas de plástico PET y conocer cuáles para que tengan como destino el taller protegido.
A todo eso se le sumó una figura muy importante y muy novedosa que es la del fletero solidario que se encarga de retirar las botellas de los clubes; y se sumaron para la implementación de esta figura ALRA, la empresa automotriz y la Cooperativa Eléctrica.
En este momento estamos en ese trabajo, los clubes que hasta ahora se han sumado son, Argentino, Empleados de Comercio, Douglas, Gimnasia, Sirio, Banco Provincia, Play Fútbol y dos canchas de pádel, la de Banco Provincia y El Portón.
Con todo lo que contás se puede esperar un año auspicioso para la entidad.
Estamos con mucha actividad y muy porque en todo periodo, como quien dice de prueba o de salir a un territorio nuevo con una nueva forma, habrá aciertos y desaciertos. El objetivo fundamental en esto en particular es que llegue mayor cantidad de botellas al Taller Protegido Pergamino en forma directa. Porque también tenemos que decir que hay instituciones que nos hacen llegar las botellas. Se han ido sumando porque lo suman a su compromiso social, porque están comprometidos con el ambiente. Agradecemos todo y precisamos eso, que con conciencia se siga sumando la cantidad de botellas que llegan al taller porque esas botellas significan trabajo para nuestros operarios y actividad económica.
Están trabajando también en la construcción de un baño accesible en la sede del taller.
Ese es un sueño que estamos cerca de concretar porque parece mentira, pero en el Taller Protegido, al trabajar con personas con discapacidad intelectual y no con otras condiciones de discapacidad, no tenemos un baño accesible. En nuestro baño, si bien tenemos personas en silla de ruedas y tenemos barras, pero no el espacio de un baño accesible.
En esto venimos desde hace tiempo tratando de juntar elementos y bueno, ya tenemos el piso y tenemos el revestimiento de las paredes porque lo compramos en un remate. También, tenemos la puerta, donada por la Fundación Cargill y este año, sobre fin de año, una empresa de semilla local nos donó todos los sanitarios y las cañerías. De esta manera, llegamos a 2025 buscando presupuesto de mano de obra, que es lo único que nos falta para poder tener el baño accesible en la construcción del Taller Protegido.
Cualquiera que visite el espacio se asombra por lo logrado.
Invito a quienes quieran a que vayan a visitarnos en cualquier momento del día porque el taller protegido es un lugar de puertas abiertas de 8 de la mañana hasta la una y media, horario de verano en estos días. Cualquiera puede entrar y así es como llegan muchas propuestas y muchas cosas lindas también. Nunestra dirección es avenida Jauregui Nº 4480, justo en la esquina, antes de los caniles municipales.
Gracias por la entrevista
Antes de finalizar quería destacar el trabajo de las supervisoras del Taller que son las que están todo el día con los operarios; son ellas las que marcan el trabajo, las que contienen. Son empleadas de la Asociación Civil Taller Protegido Pergamino, pero con un compromiso que es más profundo que el del empleado. Es un compromiso desde el alma.
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